¿Qué pasó con Shein?

Shein se ha convertido en una de las plataformas de comercio electrónico más populares entre los consumidores mexicanos gracias a sus precios bajos, catálogo de prendas de moda y envíos relativamente rápidos desde Asia. La pregunta “¿Qué pasó con Shein?” se volvió tendencia en las redes sociales y en buscadores durante agosto de 2025, cuando comenzaron a circular rumores de que la tienda desaparecería o que el gobierno la había prohibido. En realidad, la conversación se originó por un ajuste fiscal que impuso el Servicio de Administración Tributaria (SAT) a los paquetes importados por plataformas como Shein y Temu.

El 15 de agosto de 2025 entró en vigor un nuevo esquema para calcular los impuestos a los envíos de paquetería procedentes de países distintos a Estados Unidos y Canadá. En los medios se habló de un “impuesto del 33.5%” a Shein; sin embargo, no se trata de un gravamen adicional sino de la suma de tres contribuciones que ya existían: el 20% de Impuesto General de Importación, el 0.8% correspondiente a la Tasa de Trámite Aduanero (DTA) y el 16% de Impuesto al Valor Agregado (IVA). Antes de agosto, muchas compras pequeñas entraban mediante un esquema de franquicia de 50 dólares que permitía declarar un valor inferior al real. Con el nuevo mecanismo, los agentes de mensajería están obligados a pagar todos los tributos sobre el valor total declarado, y se restringe el uso indiscriminado de la franquicia.

El objetivo del SAT es evitar la subvaluación y la elusión fiscal que algunas empresas practicaban al fraccionar los pedidos o declarar valores muy bajos para evitar el pago de aranceles. Según las autoridades, esto causaba una competencia desleal frente a las tiendas locales y a los importadores formales que sí cumplen con sus obligaciones. Además, el gobierno busca incrementar la recaudación en el comercio digital transfronterizo, un segmento que ha crecido exponencialmente después de la pandemia. Las medidas se anunciaron meses antes y forman parte de la política de “cero tolerancia” a la subvaluación, por lo que no implican la desaparición de Shein ni un cierre del mercado.

Existen excepciones y matices en la aplicación del nuevo esquema. Los envíos cuyo valor real supere los 117 dólares (alrededor de 2 000 pesos) no se benefician de la franquicia y ya pagaban aranceles desde antes; su tasa efectiva quedará en el mismo rango. En cambio, los paquetes procedentes de Estados Unidos y Canadá pueden seguir utilizando la franquicia de 50 dólares gracias a los acuerdos del T-MEC, aunque el SAT adelantó que también endurecerá la vigilancia para evitar la subvaluación. El 33.5% solo aplica a productos procedentes de países con los que México no tiene tratado de libre comercio y que sean transportados por empresas de mensajería; los envíos postales regulados por Correos de México siguen otro esquema.

Para los consumidores, el impacto inmediato se refleja en el precio final. Un vestido que en la plataforma cuesta 200 pesos puede elevar su costo a unos 266 pesos al sumar el 33.5% de impuestos y gastos de trámite. Los compradores también deben considerar que el impuesto se paga antes de que el paquete llegue a su domicilio; en la mayoría de los casos, la empresa de mensajería realiza el cobro y luego entrega el pedido. Expertos en comercio electrónico anticipan que algunos clientes migrarán a otras plataformas, que las empresas chinas podrían ajustar sus precios para mantener competitividad y que surgirán nuevos proveedores locales para satisfacer la demanda de moda asequible. No obstante, la popularidad de Shein se sostiene por su agilidad para actualizar catálogos, ofrecer tendencias de temporada y mantener precios bajos incluso con los impuestos.

Shein no ha emitido un comunicado oficial sobre el ajuste; la empresa opera bajo la figura de marketplace y delega en sus vendedores individuales la gestión de impuestos y envíos. Algunos microempresarios de su plataforma ya informan en la descripción del producto que el precio final podría incrementarse por cargos aduaneros. Organismos de protección al consumidor como la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) recomiendan a los compradores revisar políticas de devolución y garantías, verificar el valor real de sus pedidos y conservar los comprobantes de pago. También recuerdan que las compras en línea realizadas en el extranjero no gozan de los mismos derechos que las adquiridas a proveedores mexicanos.

Si planeas comprar en Shein en los próximos meses, considera algunas recomendaciones: revisa el total en tu carrito y suma un 33.5% aproximado para calcular el precio final; agrupa varios productos en un solo paquete para aprovechar mejor los gastos de envío; compara con opciones locales o tiendas en línea nacionales que pudieran tener precios similares sin costos de importación; y ten paciencia con los tiempos de entrega, ya que la revisión en aduanas puede demorar unos días adicionales. Aunque los impuestos incrementan el costo de los productos, la medida busca ordenar el comercio exterior, evitar el contrabando y garantizar una competencia equitativa.

En conclusión, la pregunta “¿Qué pasó con Shein?” no alude a la desaparición de la tienda, sino a un cambio en la regulación fiscal de las importaciones. El 33.5% de impuestos que se viralizó en redes sociales corresponde a la suma de arancel, DTA e IVA que ya existían, pero que ahora se cobrarán de manera más estricta a todas las plataformas de envíos rápidos. El consumidor mexicano verá aumentos moderados en sus compras internacionales, mientras que el gobierno espera una mayor recaudación y un mercado digital más justo. En cualquier caso, Shein seguirá siendo una opción atractiva para quienes buscan moda accesible, siempre y cuando se planifiquen las compras y se acepten los nuevos costos.

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